lunes, 13 de abril de 2020

BREVES HISTORIAS DE RADIO - 4

4.- Los concursos radiales.

Uno de los recursos más eficaces utilizados por radio emisoras comerciales para captar auditores y mantenerlos como seguidores fieles se expresa en la forma de concursos radiales.
El efecto resultante se denomina sintonía cautiva.
Se plantea a los oyentes tareas simples a cumplir a cambio de una recompensa. Esas tareas hoy se conocen como "trivias" (por trivialidades).

Las hay de dos tipos. Unas para espectadores presentes o en salas auditorio y otras destinadas a los oyentes en casa o distantes.
De las primeras, las más populares y reiteradas a lo largo de los años han sido las maratones cronometradas. Consisten en competiciones basadas en mencionar la mayor cantidad posible de palabras que cumplen una misma condición durante un tiempo muy breve predefinido.
Eduardo de Calixto fue el primero en popularizar una modalidad conocida como "Hasta quemarse lo dedos". Es un desafío donde, en lugar de un cronómetro, el concursante declara palabras mientras sostiene un fósforo encendido entre sus dedos.
  
Pedir trivialidades a los auditores es un recurso que tiene muchas ventajas sobre la opción de ofrecer tareas difíciles. Las pruebas con elevada dificultad desalientan a la mayoría a menos que la recompensa sea económicamente atractiva y eso eleva el costo del método e  implementación sin garantizar resultados provechosos porque es esencialmente elitista. Además, corrompe a los oyentes. Se tiende a establecer una vara progresivamente más alta de recompensa y sin retorno. Por otra parte, los premios de alto valor económico concentran la gratificación en una sola persona. 

Inversamente, las trivias entusiasman de modo masivo y los premios de bajo costo pueden distribuirse entre muchos participantes. Aparte de eso, una trivia se puede replicar sin límites sin desgaste puesto que es muy fácil variar el contenido y conseguir patrocinadores dispuestos a ofrecer mercaderías de bajo costo para materializar las recompensas. Así se genera un circuito virtuoso donde todos pueden ganar algo.

Una trivia radial se puede implementar utilizando un número telefónico o una dirección de correo adonde dirigir las respuestas escritas con un plazo acotado de tiempo para participar.
Independiente del método, siempre se presenta el mismo fenómeno.
Los profesionales del concurso. Participantes que se organizan concertados para incrementar las probabilidades de capturar la mayor cantidad posible de premios para un grupo familiar. Su ingenio los lleva a fabricar sus sobres doblando hojas de papel. Esto atenta contra concursantes primerizos que confían en una supuesta igualdad de condiciones para todos.

Una frase habitual resume bien lo que ocurre:
--"He participado miles de veces y nunca gano."
La anterior lleva a otra:
--"Todos los concursos están arreglados."

Como libretista y creador de concursos para radio, el tema era mi principal preocupación porque los resultados inciden fuertemente en la satisfacción de los auditores.

Con esta cuestión en mente propuse y realicé uno de los concursos más exitosos y breves que se hayan hecho en radio.  El desafío "Portales la pegó" proponía diariamente hallar una estampilla con el logotipo oficial de la emisora que había sido escondida en algún lugar de Santiago durante la noche anterior. Quien la hallara debía llevarla a los estudios de la radio para una entrevista y entrega del premio.  Durante la mañana se daban pistas progresivas para ayudar a encontrarla.

Las mayores dificultades eran lograr esconderla sin ser detectados por el público y escoger lugares que evitaran el vandalismo.
Para mantener el secreto del lugar y evitar filtraciones, realizaba la tarea personalmente ocultando la estampilla a diversas horas entre la medianoche y la madrugada en diversos barrios de las comunas de Santiago. El escondrijo típico era el agujero que los postes de alumbrado eléctrico poseen a un metro del suelo. El procedimiento implicaba muchísimo sacrificio personal pero nunca me atreví a delegarlo para garantizar su legitimidad.

Cuando se le dio término en Santiago, este insólito concurso fue implementado en la Portales de Valparaíso con un debut muy exitoso y un final abrupto. Las autoridades exigieron su término porque el público se volcaba en masa a las plazas, destruyendo todo a su paso en busca de la estampilla.     

Retornamos, entonces, a las trivias mediante cartas.
Cómo emparejar la cancha entre grupos familiares organizados que enviaban miles de cartas y miles de auditores que enviaban una sola c/u?
Una repuesta acertada permite incrementar constantemente la cantidad de auditores fieles al medio de comunicación.

A todo medio le importa mucho cubrir el mayor territorio geográfico posible que concentre un máximo de habitantes. Por ejemplo, todas las poblaciones de todas las comunas más pobladas de Santiago, agregando muestreos selectivos y puntuales de los otros sectores.

En estricto rigor, mi solución integral consistía en descartar el azar escogiendo estratégicamente a cada ganador, anotando su nombre y dirección en una bitácora para evitar repetirlo en los próximos "sorteos". Disponía de un mapa del Gran Santiago en mi oficina. Iba clavando banderillas sobre los puntos donde había  asignado cada premio.
He escrito "mi solución" porque no me consta que otros medios la hayan aplicado o lo hagan así actualmente aunque sigo pensando que es la mejor opción.  

Este método poco ortodoxo daba lugar a frases tales como:
--"Primera vez que mando una carta y me gané un premio."
--"No lo podía creer. Siempre pensé que estas cosas estaban arregladas."
Los efectos eran evidentes. Radio Portales fue La Primera de Chile y su audiencia no paraba de crecer. 

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